V a y a n: ¡Pónganse en marcha! La Iglesia de Cristo no será, sino peregrinando, desinstalándose, emprendiendo nuevos caminos. El evangelio de Mateo se dirige a comunidades en situación difícil, en ruptura con el judaísmo y perseguidas por el imperio romano, tentadas de arrinconarse y aislarse y desde luego quedarse paralizados por el desaliento. Es una tentación bien actual: muchos de nosotros están tentados de refugiarse en comunidades que implementan remansos de paz o en comunidades fundamentalistas que ofrecen seguridad.
A todas las gentes: Tú eres generoso y piensas en pueblos de África y Asia mortificados por el hambre y la violencia. El Obispo de Chimbote nos ha pedido practicar la itinerancia misionera casa por casa. Chimbote es un conglomerado de todas las sangres y la mayoría de sus habitantes quedan excluidos de los factores de humanización en la sociedad y en la Iglesia. A pocos kilómetros de Moro hay pueblos que hablan un idioma que tendríamos que aprender.
Hagan discípulos: La expresión invita a emprender un trabajo, un esfuerzo que se hace con las manos y la cabeza. No se puede imponer la fe, no se puede nivelarla a meras formas culturales, no se puede implantarla con estructuras e ideologías políticas, no se puede venderla con regalos y paternalismos. En los documentos de Vaticano II, de Medellín, de la “Evangelii Nuntiandi”, de Puebla y de Santo Domingo hay pautas preciosas. Habrá que aplicarlas. Habrá que adoptar el estilo de evangelización de Jesús, mantenerse en Galilea, acompañar el anuncio de la Buena Nueva con señales a favor de una humanidad golpeada por lo que es inhumano.
Bautícenles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo:
El Dios trinitario, comunidad de relaciones perfectas de donación y acogida mutuas, es glorificado cuando en el bautismo y en los demás sacramentos celebramos el misterio pascual, que nos introduce en el corazón de Dios para que tengamos vida y comuniquemos vida. El rito sacramental vaciado de interioridad no edifica Iglesia, no forma a discípulos y misioneros. El culto y los ritos vacíos mas bien serán utilizados para fines sociales y fiestas mundanas.
Enséñenles a cumplir todo lo que yo les he mandado:
Enseñar a cumplir; no sólo enseñar para saber. Este mandato es acatado, cuando el discípulo es acogido en una familia y en una comunidad cuyos miembros lo acompañan, se sienten responsables de el, despiertan sus dones y carismas y lo apuntalan en sus debilidades. La familia y la comunidad cristiana tienen una vocación y una virtud que no puede asumir ningún curso de teología; la vitalidad de comunidades cristianas, de comunidades religiosas y familias cristianas es decisiva para la evangelización.
1. La promesa: “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”.
He aquí el eco de las palabras de Dios a tantos enviados a lo largo de la historia de la salvación especialmente dirigidas a quienes se resisten. La misión confiada supera las fuerzas humanas. Jesús es el primer evangelizador y toda auténtica evangelización acontece en Él.
¡Discípulo y misionero, tienes una misión y eres una promesa que tú sólo no puedes cumplir. Permanece en el Señor y en la comunidad que lleva su nombre!.
A todas las gentes: Tú eres generoso y piensas en pueblos de África y Asia mortificados por el hambre y la violencia. El Obispo de Chimbote nos ha pedido practicar la itinerancia misionera casa por casa. Chimbote es un conglomerado de todas las sangres y la mayoría de sus habitantes quedan excluidos de los factores de humanización en la sociedad y en la Iglesia. A pocos kilómetros de Moro hay pueblos que hablan un idioma que tendríamos que aprender.
Hagan discípulos: La expresión invita a emprender un trabajo, un esfuerzo que se hace con las manos y la cabeza. No se puede imponer la fe, no se puede nivelarla a meras formas culturales, no se puede implantarla con estructuras e ideologías políticas, no se puede venderla con regalos y paternalismos. En los documentos de Vaticano II, de Medellín, de la “Evangelii Nuntiandi”, de Puebla y de Santo Domingo hay pautas preciosas. Habrá que aplicarlas. Habrá que adoptar el estilo de evangelización de Jesús, mantenerse en Galilea, acompañar el anuncio de la Buena Nueva con señales a favor de una humanidad golpeada por lo que es inhumano.
Bautícenles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo:
El Dios trinitario, comunidad de relaciones perfectas de donación y acogida mutuas, es glorificado cuando en el bautismo y en los demás sacramentos celebramos el misterio pascual, que nos introduce en el corazón de Dios para que tengamos vida y comuniquemos vida. El rito sacramental vaciado de interioridad no edifica Iglesia, no forma a discípulos y misioneros. El culto y los ritos vacíos mas bien serán utilizados para fines sociales y fiestas mundanas.
Enséñenles a cumplir todo lo que yo les he mandado:
Enseñar a cumplir; no sólo enseñar para saber. Este mandato es acatado, cuando el discípulo es acogido en una familia y en una comunidad cuyos miembros lo acompañan, se sienten responsables de el, despiertan sus dones y carismas y lo apuntalan en sus debilidades. La familia y la comunidad cristiana tienen una vocación y una virtud que no puede asumir ningún curso de teología; la vitalidad de comunidades cristianas, de comunidades religiosas y familias cristianas es decisiva para la evangelización.
1. La promesa: “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”.
He aquí el eco de las palabras de Dios a tantos enviados a lo largo de la historia de la salvación especialmente dirigidas a quienes se resisten. La misión confiada supera las fuerzas humanas. Jesús es el primer evangelizador y toda auténtica evangelización acontece en Él.
¡Discípulo y misionero, tienes una misión y eres una promesa que tú sólo no puedes cumplir. Permanece en el Señor y en la comunidad que lleva su nombre!.